miércoles, 30 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



EL EMPALME GRIEGO

Cuando Alejandro conquistó el valle
entre el Éufrates y el Tigris,
le dio el nombre de Mesopotamia.
Desde ese instante
los griegos se dirigieron al cielo
para escrutar sus designios:
las Pléyades, Praesepe, Spica y la Balanza
fueron rebautizados como Tauro,
Cáncer, Virgo y Libra respectivamente.

Igual rebautizaron el camino de Anu
con el nombre de Zodíaco
(camino de las figuras o los animales);
expandieron la eclíptica en cada lado
de seis a ocho grados para ingresar a Mercurio
que se aleja hasta siete de la carrera solar.

Los caldeos predecían por razones de Estado,
los griegos como privilegio de la aristocracia;
los romanos elaboraban el horóscopo
para escudriñar su destino en las estrellas,
con el fin de obtener tranquilidad.

Y tú, protagonista del tercer milenio,
¿también practicas el empalme griego?

martes, 29 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



LA CUNA DE LA ASTROLOGÍA

Fuera de Sin (Sol) y Shamash (Luna),
que viajaban por los senderos de Anu,
existían cinco seres autónomos y brillantes
desplazándose por esa franja del cielo;
su intensa luz y libertad de movimiento
los mostraban como entidades superiores
e independientes de cualquier rebaño.

Se les dio el nombre de Bibbu (chivos salvajes),
por sus características claramente definidas:
Mercurio, el más cercano al Sol
y oculto entre sus resplandores,
decidió admitir a Nego, dios esquivo,
astuto, inconstante y desconfiado.

Venus, con su hermoso brillo,
vespertino o matutino según la época del año,
protegió a Ishtar,
ardiente y sicalíptica deidad de la Naturaleza.

Marte, rojizo y de rápidos desplazamientos,
fue la residencia de Nergal,
dios de las batallas, vengativo,
perverso, violento y sanguinario.

Júpiter, albino y majestuoso,
hospedó a Marduk rey de los dioses,
implacable, lujurioso y férreo.

Saturno, amarillento y despacioso,
albergó a Ninurta, anciano malgeniado,
decano de los dioses e iniciador del tiempo.

Por lo anterior fue fácil determinar
los cambiantes caprichos de los dioses;
nació entonces la astrología
con sus cálculos ambiguos pero necesarios,
para bien de las castas sacerdotales y otros poderosos
que nunca desistieron de dominar el mundo.

lunes, 28 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"




MI ARQUEOASTRÓNOMO DE CABECERA

Mi arqueoastrónomo de cabecera dice
que en las tablillas de escritura cuneiforme
halladas en las ruinas de la biblioteca de Nínive
consta que religión y astronomía fueron hermanas gemelas,
que cada una de las estrellas que miramos
era el alma de algún antepasado muerto;
las más brillantes correspondían a los sacerdotes
y reyes que gobernaban entonces.

Surge la sospecha de que estos encumbrados caballeros
fueron seguidos por hermosas concubinas
que alegraban su permanencia en el cielo;
agrupados por familias y enamoramientos
fundaron las constelaciones y los signos zodiacales
que conocemos hoy.

Los tres rebaños seguían
uno de los tres caminos conocidos:
El del norte, alrededor del polo celeste,
era el camino de Enlil;
el del sur, saliendo por el este y poniéndose por el oeste,
el camino de Ea,
y el del centro, siguiendo la trayectoria que pasaba
por la parte más alta del cielo, el camino de Anu.

Existían otros rebaños,
entre los cuales se hallaba el señor de la sabiduría,
habitante de la Luna;
la señora de la justicia, representante del Sol;
Nego, el dios mensajero;
Ishtar, diosa de la belleza y la fertilidad;
Nergal, dirigente de la guerra;
Marduk, el soberano de todos,
y Ninurta, emperador del tiempo.

Con sus palacios y súbditos, invencibles en lo alto,
estas almas (estrellas),
dominadas por los movimientos de la Tierra,
seguían sus senderos estelares
a través de los días y las noches,
representando el mito babilónico de la creación
y el de los monstruos que lo protagonizaron.

domingo, 27 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



EL ASTRÓNOMO Y YO

El astrónomo explora el universo
mientras yo
naufrago en las supersticiones.
El astrónomo escucha respetuoso
y yo le pregunto al astrónomo:
¿Influyen los astros en mi proceder?
¿Cuál es mi constelación particular?
¿Cómo distingo el planeta que me rige?
¿Cómo puedo construir mi carta astral?
¿Cómo se llama la estrella más pequeña?
¿Dónde puedo ver mi signo zodiacal?
¿Podría descubrir uno nuevo para mí?
¿En qué momento nacieron las estrellas?

El astrónomo no sabe responder
pero asegura que investigará
para darme respuestas positivas.

Después me dice que su gestión no ha concluido,
que nunca concluirá
porque cada respuesta trae más preguntas,
en un ciclo interminable,
sobre los terrenos del conocimiento
y los mares de la imaginación.

Del libro "Poemas siderales"



HIPERMETROPÍA

Los efectos de una explosión
son siempre desordenados:
Materia por aquí, materia por allá,
volando sin rumbo establecido;
enormes masas y partículas pequeñas
cayendo por todas partes.
Y no será de otro modo
mientras siga dominando el portentoso Big Bang.

Un cosmos perfecto es el mustio resultado
de nuestra corta visión existencial,
que no alcanza a comprender las consecuencias
de la expansión primigenia.

Lanzo mi grito imperativo y duro:
¡Hipermetropía! ¡Hipermetropía!,
para entender de una vez (y escribirlo si es posible)
el caos de este drama universal
que nos compete a todos
los que intentamos comprender la realidad.

sábado, 26 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



EL BIG BANG

Aseguran los científicos
que en el instante de la Explosión
sólo existieron partículas elementales
y una luz muy intensa, ¡mucha luz!
Que pasado el cataclismo primordial,
la temperatura comenzó a caer,
dando forma y cualidades a los núcleos atómicos.

El espacio y el tiempo
fueron hinchados al comienzo,
permitiendo que la materia original
se expandiera indefinidamente.

Llegaron otros cambios para el recién nacido
al formarse las estrellas,
galaxias, nebulosas y planetas,
satélites, cometas y asteroides.

Mientras tanto, la temperatura disminuía
y la expansión continuaba,
con un trasfondo de estática difusa
en las ondas de radio, flotantes como ángeles
por los oscuros rincones del espacio.

Las pequeñas y grandes perturbaciones
en la distribución de la materia,
formaron los sistemas astronómicos de hoy,
ampliados por fuerzas gravitacionales
que ejercen su labor en el mundo conocido.

Por esas y otras cosas,
deslumbrantes para los poetas,
se formó la teoría portadora de mayor prestigio
y sustentación experimental entre los científicos,
conocida y explicada como el fastuoso Big Bang.

viernes, 25 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



COSMOLOGÍA MODERNA

Antigua como la humanidad
es la cosmología especulativa;
la experimental es reciente
y puede llamarse cosmología observacional.

El hidrógeno es el hidrógeno
en cualquier lugar donde se encuentre;
absorbe y emite con igual frecuencia
fotones sobre el catre de mi enamorada,
mi envejecido escritorio,
el planeta más lejano o la galaxia vecina.

¿Cuál es la historia general de todo?
¿Presenta el cosmos un origen cierto?
¿Cómo se reparte la materia en el vacío?
¿Cuántos tipos de materia existen
y cuál es su composición real?...

Esas preguntas las responde,
paso a paso y con el tiempo,
una disciplina científica nacida
de la relatividad general,
denominada cosmología moderna.

Del libro "Poemas siderales"



EL UNIVERSO Y YO

Estoy en el universo y el universo está en mí;
converso con el universo y él me revela sus secretos.
Moriré antes que el universo,
pero un día él morirá también;
así moriré dos veces,
porque el universo y yo somos uno
y ambos marchamos hacia la desintegración,
que es la realidad.

jueves, 24 de abril de 2014

Del libro "Poemas montaraces"



FAMILIAR Y OTRAS FIGURAS

1
Me llevan consigo las personas
para protegerse de las cosas malas
y que todo les resulte bien.
Soy un lindo muñeco pequeñín,
alegre, saleroso y muy formal.

Me hacen con la raíz de un palo
sólo conocido por los hechiceros,
y me pintan de colores negros
con pigmentos apenas fabricados
por brujas y magos, o por duendes.

Si surgen problemas me convocan
con veintiuna palabras cabalísticas
ungidas de un poder extraordinario,
usadas por aquellos personajes
que conocen sus secretos ancestrales.

Rechazo las miradas indiscretas
de quienes me toman en brazos,
excepto cuando llevan luz de vela,
en el día o en plena oscuridad.

Me trajeron de tierras africanas
en los antiguos barcos negreros,
pero pronto los blancos imitaron
la mágica y brillante artesanía
que hizo de mis manos un misterio,
siendo hoy amuleto en sus gaznates
contra la muerte violenta y el olvido.

2
Nos ven como chicos saltarines,
completamente inofensivos,
cuando vamos por ásperos caminos
de Antioquia y Viejo Caldas,
pidiendo limosna a los viajeros
que cruzan en busca de fortuna.

Somos llamados Los Meneses,
y quienes no dan donaciones
sufren cosquillas sin descanso
hasta el final de su jornada,
como premio a su tacañería.

Es que somos juguetones,
y nos gusta divertirnos
a costa de tanto sandio
que nace sobre esta tierra
de ladrones y asesinos.

3
Nos dicen los Rescoldaos
por danzar en el rescoldo
que han dejado los arrieros
cuando van por los caminos
con sus mulas en Antioquia
y en territorios vecinos.

No dañamos a ninguno
porque somos inocentes,
muy divertidos y alegres
hasta en horas de tristeza.

Protegemos la mulada
y hablamos con los arrieros
en nuestro idioma sencillo,
mientras devoran su cena
de arepa, carne o tocino.

4
Como Patón soy conocido
porque mis pies son enormes,
y deambulo por la tierra
ocultando el cuerpo entero
de las personas que pasan.

Mis miembros cubren también
retazos de Antioquia y Caldas;
y saben bien los más duchos
que fui hachero de renombre,
destructor de monte y selva
en esta Colombia oscura,
descuadernada y violenta.

5
A mí, llamado Mareco,
me temen todos los niños,
pues robo sus golosinas
cuando son desobedientes.

Los antioqueños sostienen
que me vuelvo un ventarrón
para llevarme los jóvenes
que atacan a sus mayores.
Los elevo como globos
entre truenos y relámpagos,
sin ninguna compasión.

A mí, llamado Mareco,
me temen todos los niños,
pues robo sus golosinas
cuando son desobedientes.

miércoles, 23 de abril de 2014

Del libro "Poemas montaraces"



JUDÍO ERRANTE

Nadie ha caminado tanto como yo,
pues vago por el mundo sin descanso
desde que Jesús, el divino Redentor,
por la cruel exigencia que le hice,
me condenó a vivir bajo esta orden:
¡Anda tú, hasta el final de los tiempos!

Abandoné la carpintería y empecé
a encarnar los judíos de la Tierra.
No requiero comida ni bebida,
nunca enfermo y jamás he de morir,
pero mis entrañas arden como brasas
cuando intento detener la marcha.

Las versiones de mi errante vida
son imposibles declararlas todas:
una es con el Padre Luis en Tunja
cuando me confrontó con la escultura
que demuestra mi vieja identidad:

–¿Me conoces?, pregunté asombrado.
–¡Ahasverus!, exclamó la estatua.
Ese día el firmamento oscureció
como nunca lo estuvo en el pasado.

Vivo en Asia, América y Europa,
sin descontar los otros continentes,
y en todos me arrepiento con pesar
de haber irrespetado al Nazareno.

Ya nada puedo hacer, sólo esperar
hasta que dicha maldición prescriba,
los creyentes retiren su venganza
y el odio que atesoran de continuo
como secuela de mi rústica crueldad.

Del libro "Poemas montaraces"



CURA SIN CABEZA

Igual que otros mitos colombianos
aparezco en madrugadas tenebrosas
caminando sin cabeza
bajo los pliegues de mi capa negra.

Me presento en las casas coloniales
y corredores de los monasterios,
donde pueda espantar los moradores
como lo hago en Popayán y Tunja.

Los viernes en la noche salgo en Pasto
de la iglesia del convento donde vivo,
hasta el cementerio, y oro por los muertos
que pagaron misas que nunca celebré.

En la misma población, a ciertas horas,
rondo sorprendiendo a los borrachos
que retrasan su regreso
por seguir en una juerga interminable.

Como a niños regañados les doy sustos
y obligo a que retornen sin demora
a través de los sitios más oscuros
que tengan los terrenos de la vecindad.

Del libro "Poemas montaraces"



ERMITAÑO

Soy el alma de Nicolás el ermitaño.
Abandoné las pompas de este mundo
en una cueva que descubrí en Ocaña
para dedicarme definitivamente
al servicio de mi Padre Dios.

Me alimentaron los ángeles en vida
con bebidas y manjares exquisitos,
servidos en recipientes de plata,
decorados con oro y piedras finas.

Pero un día los mecenas no llegaron
porque Proto mi vecino se había muerto,
un vagabundo sinvergüenza y sucio
que se arrepintió a última hora
y fue llevado al Cielo
por un ángel zalamero y grandulón.

Luego otros alados mensajeros
vinieron con las viandas de costumbre
y me hallaron invadido por la furia
mirando a mi Señor como un bellaco.

Así me sorprendió la muerte
sin tiempo para arrepentirme,
y el Diablo se aprestó a llevarme
como regalo a sus profundidades.

Desde allí lanzo blasfemias
al iniciar mi regreso cabalgando
sobre nubes que vomitan fuego
al mundo que dejé al morir,
puestas por Satán para asustar ingenuos
que descubro en contornos terrenales,
donde me llaman despectivamente
Fantasma de Nicolás el ermitaño.