AGUJEROS
NEGROS
No
somos tan oscuros como dicen,
aunque
sí calientes, y representamos
algo
extraordinario en esta inmensidad
cuasi
vacía de la palestra cósmica.
Nuestros
fogonazos de rayos gamma
seguirán
misteriosos por un tiempo
para
la estrecha inteligencia humana.
Desde
grandes distancias los lanzamos,
sin
precedentes en la astronomía,
ya
que existimos en todos los tamaños,
para
indiferencia de tantos ignorantes
y
parabienes de los hombres sabios.
Consecuentes
con el relativismo y la cuántica,
sentimos
necesidad de leyes más complejas
que
den a comprender los colapsos gravitatorios
presentados
en distintos lugares del espacio.
A
los que intentan llegar hasta nosotros
les
decimos: Será un viaje sin retorno
porque
las zonas espacio-temporales,
defensoras
de nuestros bordes límites,
no
permiten regresar de buenos modos,
por
los intensos campos gravitacionales
y
la radiación electromagnética,
que
impiden escapar a la materia conocida.
Somos,
pues, invisibles y obstinados
para
quienes buscan describirnos y apresarnos,
algo
imposible mientras sigan ignorando
lo
que somos realmente en el contexto
de
esta negra inmensidad desconocida.