domingo, 30 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


N

Soy un NN para ti. Tú para mí,
inabarcable como la numeración,
como el amor de los enamorados,
como intento mirar el universo
cuando inicio esta mágica canción.

Amable, no lo niego, lo aseguro,
pero temo tu presencia muchas veces
porque tu vicio es el odio inveterado,
como afirman legendarios ocultistas.

Tu perfume es el Jacinto, me lo juran,
aunque mi olfato demuestra que tu olor
se nota siempre en la demonología
como signo superior de los tormentos.

Originas la palabra nacimiento,
que según el cáustico Ambrose Bierce,
es el primero y mayor de los desastres.

Además de dar nombre a la nariz,
ese puesto de avanzada en plena cara
que nos hace parecer ridículos
frente al honesto y perspicaz espejo,
también intentas recordarme al simio.

Designas el norte geográfico
y el conjunto de números normales
que van girando alrededor del cero,
o si alguien lo prefiere, que lo diga,
cuando lo haces descartando el mismo.

Símbolo eres de ese cuerpo insípido,
inodoro, incoloro, simple y gaseoso,
llamado nitrógeno por los especialistas,
igual que del prefijo nano
y de tres unidades de medida
que involucran la palabra newton.

Te sobras en valores, casi todos
piezas magistrales de la contradicción,
o paradojas que van a enriquecer
aparentes incompatibilidades,
en coexistencia con lo más ilógico,
pero lleno de misterio y beatitud.

sábado, 29 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


M

Manifiestas, amiga, muchas cosas
y bautizas lugares como México,
Montreal, Maracaibo y Mar del Plata,
Macedonia, Melbourne y Melanesia;
también personajes legendarios,
movimientos, aventuras y desgracias.

Signo gramatical y acción externa
cuando inicias la palabra que te nombra,
expresando lo plástico y local.
En cambio, si al final te encuentras
con grafías extranjeras muy exóticas,
te vuelves colectiva y general.

En ti cabe el Mundo y cabe Marte,
que juntos con Mercurio se desplazan
como granos de arena en el espacio;
se acomodan igualmente muchas megas
de galaxias, ciclos, monumentos,
y hasta padeces delirios de grandeza
como esos exponentes de la mediocridad.

Además de macrobiana eres modesta
cuando cumples tus deberes cabalmente
(como pienso que lo hacía Matusalén),
ofreciendo de mamar a los humanos
la leche del amor y del olvido.

Está en ti el universo aunque le niegues
tu forma sugerente y majestuosa,
porque puedes mandarlo al ostracismo
como a burdo presidiario o tiranuelo
que se ha negado a gobernar en paz.

No temes a la muerte ni maldices
aunque inicias la palabra maldición,
que succiona las médulas ya secas
de asesinos, malandrines y ladrones.

Al decirte hasta luego te sugiero
recordar a la nativa de Magdala,
que con amor y erotismo deliciosos
apaciguó las pasiones del Mesías,
mientras éste predicaba en el desierto
parábolas que el viento se llevó.

viernes, 28 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


L

Lo elevado y extendido por sí mismo,
de acuerdo con las bases de la cábala,
lo representas tú, mujer hermosa,
símbolo del brazo en los humanos
y del ala en el cuerpo de las aves.

Solitaria y gemela al mismo tiempo,
ostentas tu sonrisa ligera y liberal
cuando juegas con la M, tu vecina,
que regula tu paso y nombra el mar,
mientras luce a tu espalda, como reina,
la legendaria y misteriosa K.

Eres llama al duplicar tu cuerpo
y lluvia inclemente en las llanuras,
lágrima rodada, salobre e incesante,
por la mejilla de los desheredados
mientras huyen de verdugos carniceros.

Reúsas ser la criada de uniforme
en los rudos espacios donde medran
gorilatos y poderes metafísicos,
aunque escriban con impúdica malicia
libertinos vocablos con tu signo.

Engalanas el idioma laureada
por plebeyos, por nobles y por todos
los que admiran tu música vibrante,
alveolar, fricativa y lateral,
lo mismo que el símbolo del litro
y la cifra romana de 50.

Es mi canto por hoy, pues ya te dejo
con tu valor numérico de 30
según afirman los sabios de la cábala,
o aquel otro que marcan los islámicos
cuando aseguran que eres 129
en los grandes laberintos de su fe.

Adiós mi bien amada, no me olvides,
nos veremos en la última partida
como buenos artistas del lenguaje:
Tú lidiando leguleyos y ladrones,
yo en la liza de mi eterno caminar.

jueves, 27 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


K

Komo en otras distintas okasiones,
hoy te rindo homenaje kon mi kanto
de poeta exultante y konvencido
por tu gracia y belleza morfológikas
entre todos los miembros del idioma.

Kon tu pierna tendida hacia adelante
nos sugieres el paso decidido
konke avanza el guerrero en la batalla,
o akel del vigoroso anciano
ke buska por ásperos kaminos
el don invaluable de la sabiduría.

Entre la J y la L, aprisionada,
ostentas sin embargo el estandarte
de numerosos luchadores libertarios,
ke pugnan por romper furiosamente
los cepos y kadenas de los ofendidos.

El hecho telúriko ke modifikó
tu estruktura en 730 antes de Kristo,
fue fundamental para enkontrarte viva
en la memoria de las civilizaciones.
Y aunke el templo de Jarute ya no exista,
kontinúas inkólume y serena
por los peñaskos de la posteridad.

Tu primera kualidad es el amor,
y perteneces al elemento agua
en los jardines de las rosas blankas,
donde danzan komplacientes las huríes
para todos los bizarros musulmanes,
y otros igualmente conektados
con tu porte legendario y señorial.

miércoles, 26 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


J

Fonema de articulación velar,
sordo y simplemente fricativo,
según se mira en regiones y países
donde ejerces tus poderes soberanos.

Nos regalas variedades de sonido,
desde un cálido vibrante y saleroso
hasta la suave y primaria aspiración.

Solamente en el siglo XVI
conquistaste total independencia,
pero fuiste la última en llegar
a la palestra latina ya moderna.

Confiésame ahora el raro vínculo
que te une con la letra X
en las palabras Axarquía y Texas,
sin descontar el legendario México.

Háblame del júbilo que causas
a tantos mezquinos y envidiosos,
cuando miran soberbios, de reojo,
desde sus torres de cristal y oro,
el llanto inconsolable de su prójimo.

Eres símil de la elástica jirafa
que rumia en pastizales africanos,
y juez que le agrada inmiscuirse
en disputas estériles y ajenas,
cuando da su sentencia vejatoria
en los altos tribunales del cohecho.

No haré juicio de valores, atrevido,
declarándote culpable o inocente
en este grupo de letras y fonemas,
que se afana diariamente por zurcir
un tejido idiomático perfecto.

Basta despedirme con aplausos,
pidiéndote el favor, una y mil veces,
de cumplir con lo tuyo y con lo mío,
sin tratar de joderte ni joderme
en los terrenos de la ortografía.

domingo, 23 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


I

Delgadita en sonido y estructura,
me induces a pensar en la anorexia
que taladra la silueta del fakir.

Iota en griego pero nunca idiota,
medievales gramáticos te hicieron
un puntito mediocre en la cabeza,
quizás para taparte el Sol
que tantas veces nos produce cáncer.

Te las das de ortodoxa y muy formal
cuando dejas en tu cuerpo izar banderas,
con aquella impudicia que desborda
mi atrincherado corazón nihilista.

Sé que a muchos humanos placería
rendirte culto sin doblez ni tregua,
igual que a fósil recién glorificado,
después de remplazar los destruidos
con patética ironía y gran cinismo.

Imbécil o ilota te conciben
en tu limpia carrera hacia los cielos,
donde muestras tu fina fortaleza,
penetrante y sutil como una espada.

Te utilizan los creyentes como icono,
o al menos pedestal de muchos santos
que se afirman en ti como guerreros
de los altos dominios celestiales.

Abusa el ignorante de tu impronta,
y el sabio permanece indiferente
porque piensa sin duda que los años
son pasos deleznables, muy pequeños,
en la imparable carrera de los siglos,
que vuelan turbulentos hacia el sitio
donde ayer se impulsó nuestra partida.

sábado, 22 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


H

¿Muda tú que vociferas ¡Hola!
con tus grandes pulmones y amplio pecho?...
Quizás un poco silenciosa, sí.

No importan las torturas que suframos
por tu ausencia si gritamos ¡Ay!;
eres guapa, esquiva y legendaria
cuando posas para fotografías.

A veces complicas más las cosas
con tu prima F, que presta su fonema
si pretendemos desfacer entuertos
en las batallas de las caballerías.

Extrañamos tus actos quijotescos
de condición ambigua y laxa,
y según el país donde te encuentres,
no sabemos qué puede ser mejor,
si aspirarte volviéndote una J,
o halar de tu mudez con valentía.

¿Qué nos dices de tu caja ósea
al romper muchas veces nuestros huesos?,
¿de tu forma nada oval que tiene huevo?,
¿de tu orfandad, aun no siendo huérfana?,
¿de tu gran oquedad que forma huecos?

Con tanta incongruencia no comprendo
ni siquiera tus bailes con la C.
Sé que vienes de lejos, de muy lejos,
desde el hebreo con grafía heth
cuando quieres mostrarnos lo cerrados
que se hallan los misterios de la cábala.

Abrazas tu cintura con un cordón de acero
al enfrentar tus violentos enemigos,
y nunca osas deshacerte en llanto,
como suelen hacerlo los poetas.

Recibe entonces mi modesto canto;
que vivas muchos y exitosos años
apoyando estos versos deleznables
que no lograron realizar mi sueño.

viernes, 21 de junio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


G

Te sobra gusto para ser galante
en este saco de anzuelos alfabéticos,
donde todas las letras toman parte
como ejércitos de múltiples grafías.

Eres la séptima y la quinta dama
en el orden que nos da el abecedario,
y bien sabemos el sentido hermético
de tales sitios en las simbologías.

No se gana la guerra sin tu venia,
ni escapamos tan fácil de tus garras
en la palestra del crimen y del robo.

Observamos los oscuros gabinetes
de ministros obtusos y cretinos,
en gobiernos y banqueros poderosos
con su panza redonda y bien pagada.

Eres falaz como la hipocresía,
el dolo, la trampa, la mentira.
Y no menciono las falsificaciones,
que siempre tienden a ganar adeptos
en los amantes de las genealogías,
por el respeto que me da el silencio.

Los gnomos, cuando esconden su riqueza,
se acogen junto a ti, y en sus guaridas
evitan sucumbir frente a los hombres,
mientras gritan exultantes:¡Muchas gracias!

miércoles, 19 de junio de 2013

Del libro "El panteón incompleto"


CRESCENCIO

Aquí no se pide limosna.
Se vende flauta a $ l00.
Crescencio Salcedo

En él todo fue un arte,
con el sonido alegre
de singular flautista.

Polémico y francote,
solitario y sin patria
cuando un pirata gaucho
le trasladó taimado
su tren de Santa Marta
para Cabo de Hornos.

Amó lo que vio bello
con esa reverencia
de artista iluminado.

Pero la esquiva suerte
no estuvo en su velero,
perdiendo en mil naufragios
los cantos espontáneos
que recogió ya en tierra
su pueblo bailador.

Murió dolido y pobre,
terrible consecuencia
para quien nunca tuvo
dobleces en la vida.

Como una montonera
de hambrientos tiburones
llegaron las desgracias.

Así, con todo y eso,
vivió entre los placeres
porque el coplero anduvo
muy bien del corazón.

Del libro "Abecedario poético"


F

Siendo un heraldo de la felicidad,
eres fea porque agachas la cabeza
y fatigada te muestras como un viejo.

Cuántas veces como fábula atestiguas
mentiras milenarias y mediocres,
haciéndolas pasar por verdaderas
para ocultar tropelías y desgracias.

Lo fálico es normal en tus contornos,
que no logran convencer a los estetas,
cuando piensan que en ellos el error
es lo que en otros representa crimen.

Los famosos te buscan y te envidian
apoyados en sus gustos perdularios,
y los fanáticos se apoyan en tu signo
para imponer convicciones personales
cuando atacan feroces con sus armas.

También la fortuna te acompaña
por los caminos de la filosofía,
igual que los fantasmas y los fósiles,
los fuegos fatuos y las fugacidades.

Te veneran las finanzas y te adulan
con sus falacias y sus idolatrías,
pues eres portadora, en todo caso,
de lo frágil, lo efímero y funesto.

Yo que intento traspasar los límites
con tu flaca silueta en faltriquera,
te doy la bienvenida y creo en ti
porque intuyo tu fuerza y tu futuro,
oh dama forjadora de la fecundidad.