AMOR Y PENSAMIENTO
Tengo el pensamiento de un océano sin
costas,
profundo como los abismos,
como las cumbres, limpio,
tranquilo como los lagos,
fluyente como los ríos,
con el verde esperanza de los bosques
y la fertilidad de las tierras
tropicales.
Un pensamiento sin barreras,
amarguras, frustraciones ni
resentimientos;
un pensamiento como las mieles del
amor,
sin odios, venganzas ni
contradicciones.
Amarte así, como lo hacen los peces,
las corrientes del mar y su oleaje,
sin comparaciones ni reclamos,
sobre un océano sin costas,
abismos y elevadas cumbres;
amor fluyente y tranquilo,
con el verde esperanza de los bosques
y la fertilidad de
las tierras tropicales.