domingo, 19 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



LOS HUEVOS DE LA POESÍA

Huevo revuelto

En este mundo revuelto
donde todo gira incontroladamente,
el huevo poético no puede ser la excepción.

¿Con quién tiene huevo la poesía?
Si la poesía tiene huevo,
también tengo el mío con la poesía.

Y siendo así, podemos la poesía y yo
juntar nuestros dos huevos
en la cacerola de las circunstancias,
para revolverlos cabalísticamente
hasta encontrar el punto exacto
que busca el mundo en su feroz bulimia.

No hay que confundir, sin embargo,
los huevos revueltos de la poesía y yo
con el huevo filosofal, ni con los huevos
fantásticos de Las Mil y Una Noches,
ni con ningún otro huevo,
porque los huevos revueltos
de los que estoy hablando
se parecen más a Dios que a otra cosa.

Todo poeta debe comer sin demora
el huevo revuelto de la poesía;
de lo contrario, corre serio peligro
de morir abandonado como un náufrago,
carente de alimento y esperanza
en los mares sin costas de la fantasía.