domingo, 27 de abril de 2014

Del libro "Poemas siderales"



EL ASTRÓNOMO Y YO

El astrónomo explora el universo
mientras yo
naufrago en las supersticiones.
El astrónomo escucha respetuoso
y yo le pregunto al astrónomo:
¿Influyen los astros en mi proceder?
¿Cuál es mi constelación particular?
¿Cómo distingo el planeta que me rige?
¿Cómo puedo construir mi carta astral?
¿Cómo se llama la estrella más pequeña?
¿Dónde puedo ver mi signo zodiacal?
¿Podría descubrir uno nuevo para mí?
¿En qué momento nacieron las estrellas?

El astrónomo no sabe responder
pero asegura que investigará
para darme respuestas positivas.

Después me dice que su gestión no ha concluido,
que nunca concluirá
porque cada respuesta trae más preguntas,
en un ciclo interminable,
sobre los terrenos del conocimiento
y los mares de la imaginación.

Del libro "Poemas siderales"



HIPERMETROPÍA

Los efectos de una explosión
son siempre desordenados:
Materia por aquí, materia por allá,
volando sin rumbo establecido;
enormes masas y partículas pequeñas
cayendo por todas partes.
Y no será de otro modo
mientras siga dominando el portentoso Big Bang.

Un cosmos perfecto es el mustio resultado
de nuestra corta visión existencial,
que no alcanza a comprender las consecuencias
de la expansión primigenia.

Lanzo mi grito imperativo y duro:
¡Hipermetropía! ¡Hipermetropía!,
para entender de una vez (y escribirlo si es posible)
el caos de este drama universal
que nos compete a todos
los que intentamos comprender la realidad.