MÉTODO SENCILLO Y PRÁCTICO
PARA LA CONQUISTA AMOROSA
Este método permite dar pasos concretos en el arte
del enamoramiento, prescindiendo de teorías y/o retóricas que sólo entorpecen
el camino hacia los fines deseados, sea en combate cuerpo a cuerpo, guerra de
guerrillas o guerra tradicional:
Ubicar al enemigo de manera precisa.
Llevarlo sin que lo note, al campo escogido por
nosotros para iniciar la batalla.
Elegir las armas, el instante, la frecuencia y la
intensidad de las descargas, haciendo economía de esfuerzos que puedan ser
empleados en el ataque final.
Dar al enemigo, en cada momento, el trato que quisiéramos
recibir si fuésemos nosotros los vencidos.
Cuando el combate es cuerpo a cuerpo deben evitarse
los golpes bajos, es decir, la deslealtad, la traición, la cobardía, la
prepotencia y la ruindad.
En caso de una guerra de guerrillas, deben seguirse
las indicaciones de los clásicos: Mao Tse Tung, Che Guevara y tantos otros que
nos legaron sus conocimientos a través de los libros y la praxis.
Si se trata de una guerra tradicional se recomienda
estudiar, entre otros, los manuales del Ejército Americano, las teorías de
Napoleón, las estrategias bolivarianas, las prácticas de Alejandro Magno, de
Julio César y de Gengis Kan.
En situaciones especialmente difíciles se aconseja
combinar las tres formas de lucha, teniendo en cuenta el terreno, la
resistencia enemiga y el interés personal en salir airosos de la prueba.
La tregua, en ciertas circunstancias y bajo
condiciones ventajosas, es un método efectivo para doblegar al contrario y
obtener la victoria, siempre y cuando no se alargue demasiado, ya que esto
permite al contrincante rearmarse y fortalecerse peligrosamente para ulteriores
encuentros.
Si después de aplicar esta metodología (considerada
infalible por su autor), no se alcanzan los resultados previstos, lo mejor es
desistir de todo empeño en un futuro cercano, ingresar a un monasterio de
vocaciones tardías o cranearse otro sistema de conquista, con estrategias más novedosas,
revolucionarias y violentas.