LOS SALVAJES
Respetamos la
naturaleza,
en su totalidad y
en cada una de sus partes.
Protegemos el
paisaje de las cordilleras
con sus vientos
refrescantes y sus páramos,
el calor de los
extensos valles
donde pasta el
ganado y surge la agricultura,
la humedad de las
sabanas, las fuentes y los lagos,
los grandes ríos y
los anchos mares
donde bullen rica
flora y variopinta fauna.
También amamos los
desiertos y las rocas.
Rechazamos la
debacle
generada por tantos
que se autoproclaman
inteligentes y civilizados,
mientras destruyen
lo que el planeta
produce en abundancia
para disfrute y
bienestar de todos,
no sólo de quienes
ignoran cómo vivir en paz,
enajenados entre
junglas de cemento,
porque matan las
fuentes de la vida,
patrimonio común
de los homínidos
pertenecientes a
la especie humana.