miércoles, 26 de febrero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



T Y R

A ti, uno de los grandes de Valhalla,
donde moran los dioses principales
del soberbio panteón escandinavo,
te invoco en esta hora de nostalgia
para implorar tus ánimos guerreros
por mi menguado corazón cobarde.

Con tu espada, galardón de los enanos
que idearon la lanza del invicto Odín,
venceré en las contiendas venideras,
aunque en ellas hipoteque media vida
después de haberlo conquistado todo,
igual que el gran Vitelio un día,
el Azote de Dios llamado Atila
y otros rudos y guerreros hombres
que cruzaron peleando por la Tierra.

Mi triunfo no lo espero, sin embargo,
en los momentos finales del combate
contra los fieros gigantes destructores,
sino en el corazón de la que amo,
para evitar que el arrogante Invierno
me condene a morar entre las rocas,
cordilleras, pendientes y sabanas
donde afianza su imperio congelado.