ANTES DEL FINAL - 2
Mi embarcación fantasma,
con sus velas al pairo,
destrozadas,
sin puerto a dónde ir.
Las noches, estrelladas,
con días nebulosos;
a veces, al contrario:
las noches, tenebrosas,
con días despejados.
Así como mi barco
avanza entre las olas,
la muerte está segura;
no hay nada qué agregar.
Me gusta la existencia,
sin miedo a su final;
si sólo tengo una,
la debo aprovechar.
Mañana será tarde
para poder gozar
las cosas deseadas,
sin claudicar jamás.
Por eso, vuelvo y digo:
Mi embarcación fantasma,
con sus velas al pairo,
destrozadas,
sin puerto a dónde ir;
no importa, si hay buen vino
mientras pueda vivir.