EL DIOS BURLADO
Ni siquiera Odín fue inmune
a la astucia
femenil de Frigga,
cuando ésta,
logrando sus propósitos
por encima de
cualquier dificultad,
de nuevo exigió al
Supremo Tuerto
cumplir lo prometido
cabalmente.
Ocurrió cuando vándalos y winilers
se trabaron en
contienda decisiva.
Una trampa de la
reina madre,
basada en las
palabras de Wotán,
surtió pronto
los efectos deseados,
cuando éste interrogó,
muy aturdido
al ver tan
armadas brutalmente
muchas mujeres
frente a su ventana:
¿Dime quiénes son esos barbudos?
La taimada
esposa y soberana
sumió al dios en
un profundo sueño,
mientras hacía
colocar la cama
en tal forma,
que quitaba el grueso
del ejército de vándalos al frente
y otorgaba la
victoria a los winilers.
Nadie pues, en
sano juicio
y visto lo
anterior, debe confiar
en astutas
patrañas femeninas
si quiere
proceder con tino cierto,
aunque crea ser
un dios inteligente,
imposible de
engañar con artilugios.