EL
EMPALME GRIEGO
Cuando
Alejandro conquistó el valle
entre
el Éufrates y el Tigris,
le
dio el nombre de Mesopotamia.
Desde
ese instante
los
griegos se dirigieron al cielo
para
escrutar sus designios:
las
Pléyades, Praesepe, Spica y la Balanza
fueron
rebautizados como Tauro,
Cáncer,
Virgo y Libra respectivamente.
Igual
rebautizaron el camino de Anu
con
el nombre de Zodíaco
(camino
de las figuras o los animales);
expandieron
la eclíptica en cada lado
de
seis a ocho grados para ingresar a Mercurio
que
se aleja hasta siete de la carrera solar.
Los
caldeos predecían por razones de Estado,
los
griegos como privilegio de la aristocracia;
los
romanos elaboraban el horóscopo
para
escudriñar su destino en las estrellas,
con
el fin de obtener tranquilidad.
Y
tú, protagonista del tercer milenio,
¿también
practicas el empalme griego?