LAS MARCHAS
Cuando
las fuerzas, de uno y otro bando,
convoquen
a marchar contra el secuestro,
la
tortura, la desaparición forzada,
las
masacres y los crímenes de Estado,
además
de otras formas de violencia
y
delitos generalizados,
pensaré
que es una invitación sana,
honesta
y bien intencionada.
Mientras
tanto,
el
despliegue de los medios oficiales
será
apenas una farsa hipócrita,
perversa,
impúdica y dañina,
para
desviar mi atención en forma artera,
lejos
de la horrenda tragedia nacional
que
vive un pueblo idiotizado y sordo.