martes, 29 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"



MUSMÉ

¿Qué será que Musmé ya no canta,
qué le pasa a la flor del Japón
que no trina de amor su garganta
ni suspira su fiel corazón?

Ya en sus labios la dulce sonata
no modula su tierna canción
y no escucha la Luna de plata
los coloquios de aquella pasión.

Puede ser por su amor que ya lejos
en la tierra extranjera olvidó
dos luceros que fueron reflejos

en la noche primera que amó,
y que luego, creyéndolo espejo,
al zarpar esa luz apagó.

Del libro "Por si las moscas"



CANCIÓN SENCILLA

A mi madrastra y amiga,
Lucía Madrigal

Voy a cantarte así, sencillamente,
como canto a las cosas cotidianas
que impregnan mi pasado y mi presente
con sus formas de luz por las mañanas.

El cariño dulzón e irreverente
que yo te di desde mi edad temprana,
es bien profundo y por demás consciente,
sin olvidar su condición humana.

Luciste ayer tus quinceañeros bríos
y luces hoy tu resplandor maduro
como el fruto que dora en los estíos.

Mañana en la vejez, te lo aseguro,
mi cariño será como esos ríos
que viajan sin saberlo hacia el futuro.