sábado, 31 de agosto de 2013

Del libro "Poemas al Futhark"



POEMAS AL FUTHARK (4)

Tú, cuyo nombre significa dios
y cuya forma se parece demasiado
a la capa de Odín flotando al viento,
simbolizas también las donaciones
que la primera mujer y el primer hombre
recibieron de los reyes de Valhalla.

Runa del dominio espiritual,
aliento y principio animador de vida
que otorgas la iluminación creadora
cuando al meditar se alcanza el éxtasis
en contacto directo con la eternidad.

Signo de las palabras y la suerte,
el ánimo divino y los sonidos mágicos
que estimulan la vocación poética,
las artes adivinatorias, la elocuencia,
el trato que seduce y los negocios
de pronta y eficiente conclusión.

Dame la claridad de la sabiduría,
el incremento de las premoniciones,
el discurso magnético y persuasivo,
la lejanía de los espíritus dañinos
en los seres, los actos y las cosas
que afectan mi lucha cotidiana,
la equidad en los juicios, y armonía
en mis toscas situaciones personales.

Si esto acontece te daré las gracias
desde el fondo de mi corazón
y esparciré por siempre tus bondades,
tus muchos poderes y sensibilidad
frente a las congojas de los hombres,
por ciudades, por islas y por mares
que aún desconocen tu nobleza
y los mágicos caminos de la fantasía.
------------------------------------------------------------------
EL FUTHARK

La palabra Runa significó en un principio “rugido”, pero con el tiempo la evolución semántica le dio la noción de “secreto susurrado al oído”. En todo caso, las Runas son un alfabeto mágico utilizado por las tribus germánicas de la Europa precristiana, del que se conocen distintas variantes, cada una con diferente número de caracteres. Odín, dios supremo del panteón escandinavo, ganó las Runas al permanecer colgado del árbol Yggdrasil (el gran fresno sagrado), durante nueve días con sus noches, heri-do de un lanzazo. En cuanto al origen histórico de las Runas, es todavía más confuso que su origen mítico.
Con el transcurso de los años aparecieron distintas versiones del abecedario rúnico, añadiendo algunos caracteres, mientras otros caían en desuso. Así, hoy tenemos tres variantes principales, de las que se derivan versiones secundarias. A la más antigua de sus formas se le llama Futhark común o germánico, que consta de veinticuatro signos, más otro, añadido posteriormente, denominado “Runa blanca”.
El nombre de este Futhark resulta de las seis primeras letras, de los seis primeros nombres (Feoh, Ur, Thorn, As u Os, Rad y Ken) que se traducen por f, u, th, a, r, y k. Fue el más usado en el norte de Europa continental, entre los siglos V y VIII d. de C.
La segunda variante es la anglosajona, utilizada en Gran Bretaña, entre los siglos V y XII d. de C. Constaba de veintiocho letras, aunque llegó a tener hasta treinta y tres.
La tercera es la del Futhark nórdico o escandinavo, utilizada en Islandia y en la península que conforman los países de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Tuvo su auge entre los siglos V y XII d. de C. Y es la que ofrece mayor número de formas escritas.
Los demás Futhark tienden a ser variantes criptográficas de alguno de los tres abecedarios rúnicos principales.