NOCTURNA
NAVE CÓSMICA
Me
proyecto en la noche de los siglos
donde
anida el insondable porvenir,
imaginándome
un velero poderoso
que
un día llevará nuestras miserias
a
espacios ignotos, conquistados
después
de morar tantos milenios
sobre
el dorso maltratado de la Tierra,
madre
de obscenos y bastardos hijos.
Viajo
ahora entre lejanos soles
con
mi sueño endemoniado y cósmico
sin
jamás detenerme en ningún astro,
impulsado
por esa lona inmensa
que
flamea desde hace mucho tiempo
sobre
mi calva cabeza derrotada,
conduciendo
poderosos instrumentos
que
hablarán de nuestros grandes males
a
remotos habitantes de otros mundos,
en
las tinieblas de la inmensidad.
Sobre
costas aún desconocidas
veré
la suerte de la especie humana
cuando
mi nave, destrozada y sola,
se
abata en playas oscuras y desiertas
de
algún planeta gigantesco y raro.
¡Zarpa,
zarpa embarcación soñada!,
hacia
el espacio profundo y desolado,
mientras
caigo en la secreta noche
de
la muerte que llega inexorable
a
impedirme con paso lento y frío
contemplar
las hazañas de mi sueño
en
un concierto universal de sombras,
donde
habrá de acabar mezquinamente
mi
contradicha condición mortal.