lunes, 14 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"



PEROGRULLADAS

Todo se desmorona, todo:
los dioses y sus reinos celestiales,
sus ángeles, sus santos y sus templos,
los imperios y sus áulicos serviles,
las mafias con sus caudas asesinas,
la belleza, la fealdad y hasta la vida
pasaporte seguro hacia la muerte
que nos espera en la primera esquina.

Se desmoronan el amor y la esperanza,
la pasión, el recuerdo, el desengaño;
todo se desmorona, y nada queda,
ni siquiera el bondadoso olvido.
Menos el cosmos con sus claras leyes,
sus galaxias y constelaciones,
sus sorpresas y excentricidades.

Esta farsa colosal y eterna
me produce sonoras carcajadas,
que igual se desmoronan como un eco
en la profunda vastedad del caos.

A reír y a gozar porque mañana
no habrá nada de nada… Y nada es nada.
Hasta el propio desmoronamiento,
que anuncio ahora clamorosamente
fungiendo de Casandra renovada,
acabará desmoronándose así mismo
en su debacle interminable y dura.

¿Y después?...
Después no quedarán ni las palabras.