viernes, 4 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"



LULÚ

Llevó una vida muelle
y fue dama longeva.
Ciega y casi sorda,
había perdido los dientes,
fuera de otros achaques
naturales de su edad.

De pelo blanco y rizado,
estaba siempre dispuesta
a prodigar ternura.
Mimada y frágil como pocas,
nació para querer y ser querida.

Su porte diminuto
dejó dulces recuerdos
en sus enamorados.
De tres maridos que tuvo,
dos vivían con ella
y el otro anduvo lejos.

Paz en su descanso eterno
para esta perrita fascinante
que supo despertar amor
en quienes la conocimos.

Adiós bella Lulú:
Pronto te haremos compañía
en esa dimensión desconocida
donde el silencio abraza
y el dolor no cabe como en la vida,
de tristezas llena.

Del libro "Por si las moscas"



MI PRIMER AMOR

La vi nacer bajo el cambiante cielo
de una finca llamada La Cascada,
en la ubérrima vereda de El Rosario,
municipio del frío Yarumal.

Escasos seis años yo contaba,
y ella impúber, me miraba y se lamía.
Retozábamos en los verdes pastizales
de aquella tosca región privilegiada.

En tardes de sol, o de neblina,
antes de separarla de su madre
para conducirla hacia corral,
ensayábamos besos y caricias
con esa inocencia distendida
que manejan los amantes niños
al hallarse en silencio y soledad.

Hoy recuerdo igual que un sueño
a mi blanca ternerita enamorada
bajo los días azules de la infancia,
donde todo era fresco y perfumado
como una tierna rosa sin espinas,
en el jardín de mi primer amor.