EL TIEMPO
Devoraste
a tus hijos,
y
eres fantasma de la imaginación.
Cuando
desaparezcamos del planeta
o
éste decida a eliminarnos,
perecerás
también sobre ti mismo
en
un acto de cronofagia redentora.
El
Azar, superior y más real que tú,
cumplirá,
como tendrá que ser,
su
labor provechosa y libertaria
en
los tugurios de la eternidad.