domingo, 20 de enero de 2013

Del libro "Patente de corso"



NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS

21

Los poetas cobardes y cantores
que dan la espalda a la nación herida,
tendrán su recompensa merecida
en parques y recintos delatores.

Morirán cual enfermos ruiseñores
al sufrir sin saberlo la estampida
que produce el Poder y sus olores,
como agua de florero corrompida.

Es lamentable contemplar el domo
donde graznan poetas de salón
y esas migajas recibidas como

la vil lisonja del falaz patrón.
Son egregios peones de alto lomo
que se arrodillan a pedir perdón.