domingo, 4 de noviembre de 2018

Del libro "Abecedario poético y otros tantos"


















CONTRASTES

¿Llorar el dolor, o disfrutarlo
mientras el mar espera
como senda infinita, nuestro rastro?
Mala cosa, por decir lo menos,
producto de intelectos afectados
por la peste fatal de la ignorancia
que tantos padecemos en secreto.

El mar y el firmamento esperan juntos,
igual que astros, nebulosas y cometas,
con su carga de belleza y poesía,
nuestro amor y presencia, merecidos.

Protestan los bosques y los ríos,
las selvas, los lagos, los desiertos
que anhelan recibir nuestras miradas
de afecto y comprensión, nuestro respeto.

Dar la espalda frente a tanta maravilla
es un crimen de idiotas, lamentable,
que no perdonan los dioses de la vida
mientras miran de sesgo nuestros males,
porque saben de sobra la estulticia
que domina la mente de los hombres
en los fértiles campos terrenales.

¡Fuera ciegos, olvidados de la obra
que un cerebro inteligente nos depara!
Yo me quedo solitario en la penumbra
contemplando lo que nadie puede ver,
con destellos de sol en la mirada.