miércoles, 31 de diciembre de 2014

Del libro "El panteón incompleto"



SIGFRIDO

Sobre un fragmento de la tetralogía
"El anillo de los Nibelungos".

Más poderoso que Ulises
y los dioses que protegieron a Eneas
hasta llegar a Lacio;
derrotó al dragón que gobernaba
en lo profundo del bosque,
bañándose luego con su sangre
para ser casi todo invulnerable.

Con la espada, regalo de su padre,
conquistó el anillo de los Nibelungos
por amor a su adorada Crimilda.

Los poetas cantaron sus hazañas
en favor de Wotán, contra los enanos
que habitan debajo de la Tierra.

No es posible fijar en pocos versos
la completa visión de sus batallas;
la historia hablará de su tragedia
a través de la música y el canto
que producen los hombres inmortales.

Así para siempre conquistado
el mágico anillo de los Nibelungos
lucirá como un trofeo del futuro
en el dedo de la valkiria reina.

martes, 30 de diciembre de 2014

Del libro "El cofre del pirata"



LA CIUDAD DE LOS DIOSES

Sobre la inmensa planicie,
potente y majestuosa
se levantó la Ciudad de los Dioses.
Sus trazos de belleza y rigor incomparables,
mirando siempre a la calzada de los Muertos,
proyectaron sin temor sus pirámides maravillosas
contra el croquis verdeazul de las vecinas montañas.
Sus plazas rebosantes
albergaron un enjambre multicolor
de sacerdotes y fieles que avanzaban
transfigurados y abstraídos con sus cortejos rituales,
desde viviendas seguras y resplandecientes
hasta la gran pirámide del Sol,
donde doblaban sus plegarias fervorosas,
antes de proseguir su caminata procesional,
con dirección a la plaza de la Luna.
Pese a desconocer los laberintos del mar,
brilló con un fulgor indeclinable
atrayendo numerosos peregrinos
que anhelaban convertirse en dioses.
Difícil precisar quiénes engendraron
tan brillante civilización
y quiénes promovieron la expansión de la ciudad,
prefiriendo el duro entorno volcánico
con sus ricas existencias de obsidiana.
Todo indica una cultura
de asombrosa perfección desde el comienzo,
y nadie puede asegurar que surgiera de la nada.
Sus máscaras de terracota
sugieren el cumplimiento de unos ritos
con sentido alquímico,
recopilados en regiones muy distantes
y llevados al templo principal
donde se yergue aún, histórica y vetusta,
la gran Serpiente Emplumada
con sus leyes esotéricas beneficiando al pueblo,
sin olvidar al dios de la Lluvia
de ojos saltones y mirada inquietante
penetrando abismos y apariencias
más allá de la esperanza en el reseco mundo,
consciente de su origen y destino celestes,
ni el arcaico dios del Fuego
en cuclillas soportando su brasero,
o el rostro del anciano
hundido en el ombligo de la tierra.
Sobre la ruda planicie, potente y majestuosa,
se levantó la Ciudad de los Dioses,
con sus fosas circulares y huesos calcinados,
o limpios y dispuestos en orden no esquelético.
Rostros espiritualizados observando la eternidad
con ojos muy abiertos, más allá de lo visible;
facciones diluidas en la esencia de lo abstracto,
intemporales, definitivas y serenas,
resueltas a expresar su trascendencia cósmica.
El inicio, progreso y destrucción
de la Ciudad de los Dioses
continuarán ocultos como sueños enigmáticos.
El desarrollo espléndido de la capital del Sol
comenzó su descenso hacia la oscura noche
enfermo y agobiado por su propia grandeza.
Hoy las ruinas tejen de piedra los recuerdos
en el valle silente, mientras sus trazos,
lejos del mar y de los peces,
miran la calzada de los Muertos
que proyecta sin temor las pirámides maravillosas
contra el croquis verdeazul de las vecinas montañas.

Del libro "El cofre del pirata"



YO Y MI POEMA

Primero fui yo, luego mi poema.
Él está después de mi nombre,
que también fue primero.
Sin mí,
el poema hubiera sido imposible,
aunque esto suene estrambótico
a los amos de la pedantería.

Otra cosa es la poesía.

Que sufran por mi autosuficiencia
me produce gozo;
no hay espejo más repugnante
que la propia máscara.

Así es, y no me arrepiento
en cuanto me corresponde.
¿Quién puede negar a quién
estas pequeñas aberraciones,
donde el ego suele contorsionarse
envuelto en su propio miasma?

Debéis leer mi poema.
De lo contrario... Eso es todo.

Del libro "El cofre del pirata"



CAMBIO DE NOMBRE

Por esa bruja hechicera,
y misteriosa que es la poesía,
he cambiado de nombre.

Detesto mi nombre antiguo,
aunque mis padres lo escogieron
con las mejores intenciones.

No quiero saber de ese nombre
jamás de los jamases,
y quien me llame así por broma,
maledicencia o ignorancia,
es un hijo de su linda madre.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Del libro "El cofre del pirata"



PEDIDO DE MATERIALES A LA TIERRA
PARA LA DENTISTERÍA DEL CIELO

Una caja de cera para mordida, marca Virginal.
Tres libras de cera base, A la Diestra de Dios Padre.
Un bulto de yeso común, marca San Pedro.
Dos galones de alcohol industrial, Luzbel.
Un galón de líquido autopolimerizante
y otro de líquido termopolimerizante,
ambos Epístola de San Pablo.
Quinientas agujas desechables cortas, Longinos.
Tres frascos de xilocaína “spray”, Vuelo de Ángel.
Dos tubos de seda dental, Obras de Misericordia.
Un estuche de Life o Dycal.
Seis felpas Bíblicas para pulir prótesis.
Dos bandas para motor de alta, Escala de Jacob.
Cinco espejos bucales, retrovisores, sin mango.
Un estuche de resina pasta-pasta, Celestial,
no despachado en el pedido anterior.

P. D. Continúen impidiendo
la partida de malos odontólogos,
empíricos, poetas y otros indeseables
hacia los palcos del Cielo,
pues son inútiles, perjudiciales,
y llegan siempre como polizones.

Por tan importante colaboración,
muchas indulgencias y bendiciones mil.

Atentamente,

DIOS.

Del libro "El cofre del pirata"



FINAL FELIZ

Los poemas me asaltan
como si fueran bandidos,
apuntan sus cuchillos
contra mi corazón plebeyo.
Por eso
cada día soy más pobre
en calidad y abundancia,
pues ellos mismos se hurtan,
y ha de llegar el momento
en que terminen en nada.

Entonces no habrá poemas,
ni corazón, ni cerebro,
y el mundo quedará libre
de mis querellas románticas.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Del libro "El cofre del pirata"



DUALIDAD

Cuando veo las motocicletas
como enjambre de moscas
zumbando junto a los semáforos,
pienso en la fugacidad de la vida.

Cuando miro en las noches
la profundidad del vacío,
más allá de las estrellas,
pienso en la eternidad de la muerte.

Una contra otra
batiéndose intermitentes
para imponer su dominio
en el universo de lo desconocido.

Del libro "El cofre del pirata"



DESCUBRIDOR

Cuando el cacique indio,
con el atuendo de gala de su tribu
descendió del jet en la ciudad de Roma,
declaró solemnemente
que tomaba posesión de Europa.

jueves, 18 de diciembre de 2014

COMO TEJE SU RED EL PESCADOR - MUSICALIZADO



COMO TEJE SU RED EL PESCADOR

Como teje su red el pescador
voy tejiendo mi dicha cada día,
y aunque a veces la rompa algún dolor
una voz dice al corazón ¡porfía!

Una voz dice al corazón ¡porfía!
imitando al paciente pescador;
él encuentra tejiendo en cada día
esa dicha que anhela el corazón.

Esa dicha que anhela el corazón
es posible encontrarla cada día
tejiendo como lo hace el pescador.

¡Si con hilos de azules lejanías
fue formando su red de soñador,
también yo puedo terminar la mía!

miércoles, 17 de diciembre de 2014

MUSMÉ - MUSICALIZADO



MUSMÉ

¿Qué será que Musmé ya no canta,
qué le pasa a la flor del Japón
que no trina de amor su garganta
ni suspira su fiel corazón?

Ya en sus labios la dulce sonata
no modula su tierna canción
y no escucha la Luna de plata
los coloquios de aquella pasión.

Puede ser por su amor que ya lejos
en la tierra extranjera olvidó
dos luceros que fueron reflejos

en la noche primera que amó,
y que luego, creyéndolo espejo,
al zarpar esa luz apagó.

martes, 16 de diciembre de 2014

QUISE AMARTE UNA VEZ - MUSICALIZADO



QUISE AMARTE UNA VEZ

Premio Casa de Poesía Silva - 2014

Quise amarte una vez y yo temía
que al amarte de mí te separaras,
que sin pena ni gloria me dejaras
con un clásico adiós de cortesía.

Que a distintos amores te entregaras
en un gesto de infante rebeldía
y se quedara la ternura mía
cual lámpara sin luz que iluminara.

Esa vez ya pasó, la fe nacida
en tantas horas que vivimos juntos,
horas de pena y dicha compartidas,

le han dado a nuestras almas la certeza
de que estamos unidos por la vida
en un acto feliz... y en la tristeza.

lunes, 15 de diciembre de 2014

ADIÓS AL MAR - MUSICALIZADO



ADIÓS AL MAR

Voy a dejarte compañero amigo.
Al no escuchar tu rumoroso canto
siempre llorando soñaré contigo
en la ciudad donde maldigo tanto.

En tu recuerdo buscaré el abrigo
donde ocultar mi capital quebranto;
tú, solitario, sin contar conmigo,
serás profunda inmensidad de llanto.

Separados tú y yo, será una suerte
el misterio fatal de la agonía.
Qué podremos pedir si no la muerte,

o volver a encontrarnos algún día
en esas playas que dejé al perderte,
sobre tus olas para siempre mías.

jueves, 30 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



QUISE AMARTE UNA VEZ

Quise amarte una vez y yo temía
que al amarte de mí te separaras,
que sin pena ni gloria me dejaras
con un clásico adiós de cortesía.

Que a distintos amores te entregaras
en un gesto de infante rebeldía
y se quedara la ternura mía
cual lámpara sin luz que iluminara.

Esa vez ya pasó, la fe nacida
en tantas horas que vivimos juntos,
horas de pena y dicha compartidas,

le han dado a nuestras almas la certeza
de que estamos unidos por la vida
en un acto feliz... y en la tristeza.

lunes, 20 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



LOS HUEVOS DE LA POESÍA

Vanidad de vanidades

El huevo de la poesía se está cociendo ya;
ha caído en los hervores de la imaginación.
Antes cristalino y lustroso,
luce ahora una clara blanquísima y opaca
sobre una yema de amarillo mate,
envueltas ambas en su prisión calcárea.

Pronto estará listo, bien cocido,
para que pueda mejorar la dieta,
escasa por cierto, de todos los poetas
que buscan complemento alimenticio
en las despensas de la imaginación.

Pero hay poetas caprichosos
que no querrán huevo cocido,
ni frito ni revuelto,
porque con su inflada vanidad
sólo saben engullir enceguecidos
(crudos, sin sal ni condimentos)
los huevos impotentes de la mediocridad.

Del libro "Poemas misceláneos"



LOS HUEVOS DE LA POESÍA

Gustos personales

Me gusta ver la poesía como un huevo
meciéndose en las aguas salutíferas del tiempo.
Me gusta ver la poesía ovalada,
cociéndose en las calderas cósmicas,
mientras Dios ríe a carcajadas
de estos pobres mortales
que desperdician sus mejores días
escribiendo sus peores versos.

Me gusta mirar la cazuela
donde se fríen y revuelven las metáforas
que tienen forma de huevo.
Me gusta saborear la clara y la yema
de los mejores huevos poéticos.
Me gusta hacer tragar a mi enemigo
toda esa huevonada que es la poesía.

domingo, 19 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



LOS HUEVOS DE LA POESÍA

Huevo revuelto

En este mundo revuelto
donde todo gira incontroladamente,
el huevo poético no puede ser la excepción.

¿Con quién tiene huevo la poesía?
Si la poesía tiene huevo,
también tengo el mío con la poesía.

Y siendo así, podemos la poesía y yo
juntar nuestros dos huevos
en la cacerola de las circunstancias,
para revolverlos cabalísticamente
hasta encontrar el punto exacto
que busca el mundo en su feroz bulimia.

No hay que confundir, sin embargo,
los huevos revueltos de la poesía y yo
con el huevo filosofal, ni con los huevos
fantásticos de Las Mil y Una Noches,
ni con ningún otro huevo,
porque los huevos revueltos
de los que estoy hablando
se parecen más a Dios que a otra cosa.

Todo poeta debe comer sin demora
el huevo revuelto de la poesía;
de lo contrario, corre serio peligro
de morir abandonado como un náufrago,
carente de alimento y esperanza
en los mares sin costas de la fantasía.

sábado, 18 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



LOS HUEVOS DE LA POESÍA

Huevo frito

Sólo en la sartén del poema
puede freírse el huevo de la poesía,
no con aceite común,
ni siquiera con fino aceite de oliva.

El huevo de la poesía debe ser freído
con miel de rosas
cultivadas en el jardín del poeta,
regado con agua de estrellas,
porque sabido es
que entre la estrella y la rosa
hay un complot permanente
para que el huevo de la poesía
no caiga en sitios estériles
y pueda cumplir entonces
su función primordial:
nutrir a tristes y desheredados
como reza la sentencia bíblica.

Pero el huevo frito de la poesía
debe servirse caliente
(a muy pocos les gusta el huevo frío),
y el poeta tiene la obligación
de servir bien su alimento:
cálido, ya que el espíritu es fuego
de altas temperaturas
en la sartén autoclave del poema universal.