martes, 17 de septiembre de 2013

Del libro "Poemas al Futhark"



POEMAS AL FUTHARK (11)

Es tu piel como barniz helado
de las bahías y ríos escandinavos,
a través de los cuales transitaron
los primeros guerreros y los dioses,
como reza el texto rúnico islandés:
El hielo es la corteza de los ríos,
el techo acristalado de las olas
y la destrucción para los hombres.

El acertijo y la traición son tuyos,
visibles en tu máscara engañosa,
oh Is, que encierras en tus aguas,
como una paradoja del misterio,
el silencio y la inmutabilidad,
la concentración del que medita
y la calma de la mente rigurosa
que no deja vibraciones en el aire
sino profundidad y paz serenas,
cosecha de una búsqueda incesante.

Cuando el hechizo de tu fina capa
revela sus satánicas incógnitas,
estoy siempre lo mejor dispuesto
para no degenerar en la locura,
tan funesta en ajenas latitudes.

También representas una lanza,
un bastón y un cayado de pastores,
muy respetados por el tuerto Odín
y usados por él en sus andanzas.

Simbolizas para todos los mortales
una imagen precisa de firmeza
con decisión de mando y de poder,
igual que el rito de la mutilación
en los contextos de la hostilidad,
entre otras conductas desafiantes
cultivadas por celestes batallones
en los palenques de la ferocidad.

Por tan infrecuentes cualidades
quiero invocarte frente a las estafas
y demás falsedades sospechosas
de procedimientos adivinatorios,
para el conocimiento personal
y el apoyo al intentar defensas
contra los males de la escabechina
que son modelo de la humanidad.
-------------------------------------------------------------
EL FUTHARK

La palabra Runa significó en un principio “rugido”, pero con el tiempo la evolución semántica le dio la noción de “secreto susurrado al oído”. En todo caso, las Runas son un alfabeto mágico utilizado por las tribus germánicas de la Europa precristiana, del que se conocen distintas variantes, cada una con diferente número de caracteres. Odín, dios supremo del panteón escandinavo, ganó las Runas al permanecer colgado del árbol Yggdrasil (el gran fresno sagrado), durante nueve días con sus noches, herido de un lanzazo. En cuanto al origen histórico de las Runas, es todavía más confuso que su origen mítico.
Con el transcurso de los años aparecieron distintas versiones del abecedario rúnico, añadiendo algunos caracteres, mientras otros caían en desuso. Así, hoy tenemos tres variantes principales, de las que se derivan versiones secundarias. A la más antigua de sus formas se le llama Futhark común o germánico, que consta de veinticuatro signos, más otro, añadido posteriormente, denominado “Runa blanca”.
El nombre de este Futhark resulta de las seis primeras letras, de los seis primeros nombres (Feoh, Ur, Thorn, As u Os, Rad y Ken) que se traducen por f, u, th, a, r, y k. Fue el más usado en el norte de Europa continental, entre los siglos V y VIII d. de C.
La segunda variante es la anglosajona, utilizada en Gran Bretaña, entre los siglos V y XII d. de C. Constaba de veintiocho letras, aunque llegó a tener hasta treinta y tres.
La tercera es la del Futhark nórdico o escandinavo, utilizada en Islandia y en la península que conforman los países de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Tuvo su auge entre los siglos V y XII d. de C. Y es la que ofrece mayor número de formas escritas.
Los demás Futhark tienden a ser variantes criptográficas de alguno de los tres abecedarios rúnicos principales.