domingo, 28 de diciembre de 2014

Del libro "El cofre del pirata"



PEDIDO DE MATERIALES A LA TIERRA
PARA LA DENTISTERÍA DEL CIELO

Una caja de cera para mordida, marca Virginal.
Tres libras de cera base, A la Diestra de Dios Padre.
Un bulto de yeso común, marca San Pedro.
Dos galones de alcohol industrial, Luzbel.
Un galón de líquido autopolimerizante
y otro de líquido termopolimerizante,
ambos Epístola de San Pablo.
Quinientas agujas desechables cortas, Longinos.
Tres frascos de xilocaína “spray”, Vuelo de Ángel.
Dos tubos de seda dental, Obras de Misericordia.
Un estuche de Life o Dycal.
Seis felpas Bíblicas para pulir prótesis.
Dos bandas para motor de alta, Escala de Jacob.
Cinco espejos bucales, retrovisores, sin mango.
Un estuche de resina pasta-pasta, Celestial,
no despachado en el pedido anterior.

P. D. Continúen impidiendo
la partida de malos odontólogos,
empíricos, poetas y otros indeseables
hacia los palcos del Cielo,
pues son inútiles, perjudiciales,
y llegan siempre como polizones.

Por tan importante colaboración,
muchas indulgencias y bendiciones mil.

Atentamente,

DIOS.

Del libro "El cofre del pirata"



FINAL FELIZ

Los poemas me asaltan
como si fueran bandidos,
apuntan sus cuchillos
contra mi corazón plebeyo.
Por eso
cada día soy más pobre
en calidad y abundancia,
pues ellos mismos se hurtan,
y ha de llegar el momento
en que terminen en nada.

Entonces no habrá poemas,
ni corazón, ni cerebro,
y el mundo quedará libre
de mis querellas románticas.