sábado, 10 de noviembre de 2012

Del libro "León hambriento el mar"



BISMARCK - 1941

Con la intención de infligir
la mayor cantidad de pérdidas posibles
a la importante flota de la marina británica,
este duro y poderoso acorazado alemán
zarpó sin aprensiones de Polonia
en busca del jugoso y deseado objetivo.
Todo estaba previsto para el triunfo
de la imponente pieza
en el tablero militar del poderío nazi.

Sin embargo,
a pesar de sus primeros éxitos
donde dio cuenta de dos naves enemigas,
el aguerrido buque,
tras un combate despiadado,
sintió que le llegaba su inexorable agonía.

Habiendo sido tocado por andanadas mortales,
sus cañones cesaron de rugir, mientras él,
orgullo y esperanza de la potencia germana,
apagaba su sed de moribundo
bajando silencioso a 4.000 metros de hondura
para beberse de un sorbo todo el océano Atlántico.