viernes, 12 de julio de 2013

Del libro "Abecedario poético"


U

Última vocal del nativo abecedario
y primera en el umbral de lo infinito,
unificas amorosa muchas cosas
con tu signo anunciador del universo.

Enmudeces frente a Q sin excepción,
y frente a G cuando te sientes despojada
de tu doble sombrero marca diéresis,
pero logras resarcirte vigorosa
como símbolo químico de uranio.

Conjunción disyuntiva cuando empieza
la siguiente palabra con tu precedente
aunque se interponga la silenciosa H,
mas no así cuando antecede O
y no sucede como debe ser.

Ubérrima en tus connotaciones,
no te arredras por ninguna causa,
y hasta tienes sugerentes cualidades,
como esa tan extraña de la ubicuidad.

Te gusta declarar el ultimátum
a políticos tartufos y cretinos,
que cínicos, impúdicos y arteros
responden a tu voz con carcajadas.

Los mayas te utilizan todavía
en sus raros calendarios astrológicos
(que son a la vez los astronómicos),
con las palabras U Zaklom Katum,
abstrusas como muchas de su idioma.

Continuar enumerando tus portentos
es tarea que jamás terminaré;
entonces digámonos ahora
lo mucho que me aprecias y te aprecio,
en el entorno general de todo
lo que vive y fenece cada día,
aunque no luzcas la grafía U.