miércoles, 18 de septiembre de 2013

Del libro "Poemas al Futhark"



POEMAS AL FUTHARK (12)

El regreso del Sol después de Invierno
significa la reversión que se traduce
en un cambio de los ciclos naturales
donde empiezan y acaban las cosechas.

Tú que eres la Runa del retorno, Ger,
y la más bella concepción del tiempo,
recompensa mis acciones ya pasadas
y sus duras posibles consecuencias.

Por ti puedo llegar a lo esencial
que palpita en mitad del universo
como recóndita ley de lo insondable.

Así como es abajo, así es arriba,
y todos los comienzos tienen fin
en su eterno girar transmigratorio.

Con el brazo derecho puesto en alto
y apoyando una mano en mi cabeza;
el izquierdo lo envío hacia lo bajo,
con su mano posando en mi cadera,
para tener la postura conveniente,
triunfar a corto y alargado plazo
en armonía con la naturaleza.

Como signo seguro de los tiempos,
en tal invocación también suplico
me tornes fecundo y más sensible
en los espacios de ocio creativo,
con eficacia al manejar los ciclos
para el logro primero de la vida.
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EL FUTHARK

La palabra Runa significó en un principio “rugido”, pero con el tiempo la evolución semántica le dio la noción de “secreto susurrado al oído”. En todo caso, las Runas son un alfabeto mágico utilizado por las tribus germánicas de la Europa precristiana, del que se conocen distintas variantes, cada una con diferente número de caracteres. Odín, dios supremo del panteón escandinavo, ganó las Runas al permanecer colgado del árbol Yggdrasil (el gran fresno sagrado), durante nueve días con sus noches, herido de un lanzazo. En cuanto al origen histórico de las Runas, es todavía más confuso que su origen mítico.
Con el transcurso de los años aparecieron distintas versiones del abecedario rúnico, añadiendo algunos caracteres, mientras otros caían en desuso. Así, hoy tenemos tres variantes principales, de las que se derivan versiones secundarias. A la más antigua de sus formas se le llama Futhark común o germánico, que consta de veinticuatro signos, más otro, añadido posteriormente, denominado “Runa blanca”.
El nombre de este Futhark resulta de las seis primeras letras, de los seis primeros nombres (Feoh, Ur, Thorn, As u Os, Rad y Ken) que se traducen por f, u, th, a, r, y k. Fue el más usado en el norte de Europa continental, entre los siglos V y VIII d. de C.
La segunda variante es la anglosajona, utilizada en Gran Bretaña, entre los siglos V y XII d. de C. Constaba de veintiocho letras, aunque llegó a tener hasta treinta y tres.
La tercera es la del Futhark nórdico o escandinavo, utilizada en Islandia y en la península que conforman los países de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Tuvo su auge entre los siglos V y XII d. de C. Y es la que ofrece mayor número de formas escritas.
Los demás Futhark tienden a ser variantes criptográficas de alguno de los tres abecedarios rúnicos principales.