NO ESTÁ LA TIERRA PARA HACER SONETOS
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Entre
tanto cretino denunciado
unas
cuantas personas muy valiosas
se
salvan de mi dardo envenenado
para
turbas rateras y envidiosas.
No
exhiben por lo tanto las dudosas
cualidades
que muestran los malvados
con
sus rostros obtusos de raposa
a
perversos ludibrios entregados.
En
silencio trabajan buenamente
como
pueden hacerlo, con sus actos
nos
dan ejemplo al encarar el reto
que
aprecia el ciudadano inteligente
de
límpida conciencia y noble trato.
Y
es por eso que escribo este soneto.
………………………………………
Final de esta saga
sonetista.