miércoles, 5 de febrero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



EL EXTRAÑO MANANTIAL DE LA MEMORIA

Soy el viejo que vigila desde siempre
el extraño manantial de la memoria,
cauce del ingenio y de la sabiduría,
en cuyas aguas lustrosas y profundas
puede verse el destino de los hombres,
desde un negro pasado irrepetible
hasta el fosco y misterioso porvenir.

Fui quien ofreció al Supremo Tuerto
el trago por el cual se hizo más sabio
en el curso de diez mil generaciones,
recibiendo como pago un ojo suyo
que guardo en esa fuente congelada.

Testigo soy de que el sublime dios
no venció la opresión ni la tristeza
que producen los hechos transitorios.

Es por eso que lleva desde entonces,
como estigma en su aguerrido rostro,
un gesto melancólico y desnudo
que no cesa de sembrar tormentas
en el alma de sus descendientes,
cuando beben las extrañas aguas
que aún vigilo, pese a tantos siglos
rechazado por los magos de lo eterno.