LA
HIJA DE LA REINA DE LA NOCHE
Desciendo
de la Reina de la Noche
y
me agradan los lugares lúbricos
donde
obtenga caricias masculinas
de
atléticos y jóvenes mortales.
Me
imaginan horrenda y descuidada,
pero
tengo procederes y artilugios
para
timar y conquistar los hombres,
acercándome
silenciosa hasta su lecho
cuando
se hallan en profundo sueño,
y
los poseo hasta menguar mis ansias.
Asumo
formas y maneras fantasmales
para
mis perversiones nocturnas,
dejando
a mis bellos elegidos
exangües
y avergonzados.
Me
place atormentar a los virtuosos
que
aseguran ser castos, y atraparlos
con
mis redes en su reino oscurecido,
aunque
se crean del sexo liberados.