PERSEGUIDOS
Y OLVIDADOS
¿Quiénes
son? ¿En dónde viven?
Carecen de
vínculos militares,
religiosos
y políticos.
No se
afilian a escuelas, grupos ni cofradías.
No buscan
entronques con los poderosos.
Casi
siempre solitarios y madrugadores,
estudian y
trabajan acuciosamente.
Responden
por sus obligaciones;
no
mienten, no roban, no asesinan.
Saben amar
y perdonar agravios.
No
insultan.
Son amigos
de la educación,
el arte,
la ciencia y la cultura.
Desconocen
el rencor y la venganza,
la hipocresía,
la envidia y la traición.
Practican
la honestidad
y se
alegran por los méritos ajenos.
Son
generosos y valientes,
solidarios
y sinceros en sus actos.
Proceden con
pensamiento limpio.
Para
ellos, el estoicismo es ley
y el
epicureísmo un hábito.
Perseguidos
por los tiranos,
son víctimas
de los masacradores
y demás
profesionales de la muerte.
No figuran
en los medios de comunicación;
son
silenciosos, modestos y pacíficos.
Detestan
la adulación.
Son los
perseguidos del régimen,
líderes de
su pueblo,
los olvidados del mundo.