sábado, 1 de febrero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



LOS CUATRO ENANOS

Aquellos que jamás se cansan
de sostener el anchuroso cielo,
son mis parientes remotos y cabales.

Por ellos me oriento inalterable
hasta encontrar tu cuerpo cálido
en noches de lluvia y de relámpagos,
o en los días de verano nórdico,
que son el paraíso prometido
por los augures de mi fantasía.

Oriente y Occidente, Norte y Sur,
además de ser mis familiares,
son mis amigos veraces y precisos,
que orientan mi viajar perdido
bajo ese resplandor que dora el día,
o el espejo brillante de la Luna,
mientras enrumbo por el mar helado
de mi opresora soledad noctámbula,
buscando tu esperada compañía,
lejos, muy lejos de mi bella Islandia.

Puntos cardinales que rubrica el tiempo
con la historia de todos mis ancestros,
bases ciertas de mi búsqueda infinita,
colosos que me apoyan en el cielo:
no permitan que se pierda el mío
en el foso del olvido y de la muerte.