martes, 22 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"



EL AMOR CONVERTIDO EN ZOMBI

Más violento cada vez,
más falsario cada día.
En su aljaba ya no hay flechas
sino misiles teledirigidos
repletos de energía nuclear,
bombas y satélites espías,
gigantescos portaviones,
invencibles submarinos
y destructores atómicos,
armas bacteriológicas,
noticieros desinformadores
y toda clase de trampas.

Aprendió a bailar sobre el oro
y desconoce la lealtad.
No es travieso sino malvado;
prefiere envenenar a herir;
no finge sino que miente
y calcula como un banquero;
“no tiene amigos sino intereses”;
disfruta la sevicia y la crueldad;
es abyecto y despiadado
cuando se burla del dolor ajeno.

Perdió el amor su primitivo norte
cuando dejó caer su venda,
aunque sigue siendo un ciego,
porque achicharra sus víctimas,
como la luz del candil
achicharra definitivamente
al insecto que ronda fascinado
su llama temblorosa y deletérea.

Nada puede esperarse del amor,
ya convertido en asesino zombi:
fuerte sí, pero perverso,
vivo sí, pero cadáver;
menos que una pavesa
flotando en la oscuridad.