sábado, 27 de abril de 2013

Del libro "Poemas de Mar-K" (Homenaje a la K)



MAR–K–31

Hacer de nuestro okaso el período más feliz
demuestra inteligencia y sabiduría.
Fuera ya de la franja laboral
podemos esperar, kon agrado y sin temores,
la llegada de los años ke se avecinan
kon sus hebras de plata y sus kansancios.

Las nuevas aktitudes hacia el sexo,
el amor, los juegos y el trabajo,
determinan la vejez ke deseamos.

Kruzar sano y lúcido los kuarenta es regocijante,
sin pensar en efímeras konkistas,
rekonocimientos, aplausos o notoriedad.

Si además alkanzamos los cinkuenta,
los sesenta o los noventa
en buenas kondiciones físikas y mentales,
podremos afirmar kon alegría
ke somos los más privilegiados.

Sabio es kien eskucha a los ancianos,
porke éstos han kruzado más puentes
ke akél kalles.

Una mujer niña es bella para la vista,
pero no tiene la pasión rekerida
para ke la unión de los kuerpos konduzka al paraíso.
El kulto ciego a la juventud es propio de alienados
ke tergiversan valores esenciales
en los países subdesarrollados.

No es ignorancia o desprecio
de lo ke ofrecen los primeros años,
sino ekilibrio de la balanza universal,
donde jóvenes y viejos
pesamos nuestras mutuas kualidades.

Envejezkamos de manera noble
para ke nuestras vidas sean
tan placenteras e intensas
komo lo fueron infancia, juventud y madurez.