viernes, 4 de julio de 2014

Del libro "Por si las moscas"



LULÚ

Llevó una vida muelle
y fue dama longeva.
Ciega y casi sorda,
había perdido los dientes,
fuera de otros achaques
naturales de su edad.

De pelo blanco y rizado,
estaba siempre dispuesta
a prodigar ternura.
Mimada y frágil como pocas,
nació para querer y ser querida.

Su porte diminuto
dejó dulces recuerdos
en sus enamorados.
De tres maridos que tuvo,
dos vivían con ella
y el otro anduvo lejos.

Paz en su descanso eterno
para esta perrita fascinante
que supo despertar amor
en quienes la conocimos.

Adiós bella Lulú:
Pronto te haremos compañía
en esa dimensión desconocida
donde el silencio abraza
y el dolor no cabe como en la vida,
de tristezas llena.

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