PEQUEÑA FÁBULA
Miró hacia atrás, hacia los lados
y confirmó que estaba sola.
Estiró el cuello, abrió el pico y bostezó.
Imaginó los peces del lago y bostezó de nuevo.
Cerró los ojos y pensó en el paraíso de las aves
más allá de los cerros y las nubes.
La soledad la penetró como una flecha;
quiso volar pero se arrepintió.
Aceitó sus plumas cariñosamente,
sacudió las alas, se sintió segura,
alzó una pata y se durmió.
El Sol brillaba sobre la llanura.
¡Oh inocencia de los seres puros!
Mientras plácidamente dormitaba,
un felino trepó hasta la cornisa
más cercana, de las viejas ruinas,
y dando un salto mayor de lo normal
cayó al vacío llevándose a la víctima,
que ya nunca de su sueño despertó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario