viernes, 16 de mayo de 2014

Del libro "Poemas siderales"



MARTE

No te dejes invadir por los humanos
que ciegos quieren saquearlo todo;
son sujetos nada sabios ni confiables,
salvo unas pocas excepciones vagas
que apenas logran confirmar la regla.

Aunque eres parecido a nuestra Tierra
y podemos observarte por las noches
cuando pasas muy cerca de nosotros
en algunas ocasiones especiales,
nos deslumbran tu color rojizo,
tus manchas negras y tus blancos polos.

Tus cráteres australes y volcanes árticos
nos hacen suponer cosas violentas
en tu larga y guerrera trayectoria.
Tus dos pequeños hijos
no producen el terror que dan sus nombres,
porque son contrahechos y alejados
del concepto de belleza humano.

El caso es advertirte –ya lo sabes–
quiénes serán tus visitantes próximos
en un futuro para nada bueno,
y que luego no llores ni te quejes
cuando sientas el látigo en tu dorso
de la infecciosa estupidez del hombre.

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