viernes, 31 de enero de 2014

Del libro "Poemas escandinavos"



LOS VANAS

No fueron los esir las únicas deidades
veneradas por las tribus nórdicas,
sino también los poderosos vanas,
dioses del viento y de los hondos mares.
Ambos se disputaron con las armas
(icebergs, rocas y otros proyectiles)
lo ganado por derecho de conquista.

Pero un día descubrieron
la unidad como fuente de poder,
y empezaron a zanjar sus diferencias
con el tratado de una paz solemne,
el cual reforzaron con promesas
de buena voluntad y prisioneros.

Esto pasó sin haberse construido
la mansión primigenia de los dioses
en los amplios territorios del edén.
Sin embargo,
dominaron el destino de los hombres
en numerosos lugares de la Tierra
y en los hondos abismos de lo eterno.

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