lunes, 17 de septiembre de 2012

Del libro "Las islas del pescador"


UGARIT

Cuando esta precursora de las ciudades fenicias
fue arrasada por el fuego de la corteza terrestre,
las llamas derritieron la piedra
y los escribas huyeron de los hornos
sin sus tablas de arcilla.

Guerra, sorpresivo terremoto;
¿quién lo dice?
Lo cierto es que millares de ugaritas
partieron al exilio y no volvieron más.

Hoy, desprevenidas lagartijas
se arrastran inocentes por las ruinas
de un pueblo que tuvo su esplendor
en las Edades del Bronce.
Cultura que dejó sobre tablillas
a través de los escribas
las más elocuentes sugerencias,
como ésta dedicada a los maridos jóvenes:
No le digas a tu esposa dónde ocultas tu dinero.

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