sábado, 4 de enero de 2014

Del libro "Poemas de un esquizofrénico"



TRIGESIMOCUARTO YO

No soy supersticioso,
pero llevo mis amuletos
para obtener protección
y alejar todos los males.

Yo soy mi propio adivino
y me aconsejo constante
con las fases de la Luna,
junto a otros elementos
que debo tener en cuenta
para la buena salud,
quitar las contrariedades
y penas de toda índole.

Hago té de milenrama
para acabar con la gripa;
el de lavanda me sirve
cuando los nervios son débiles;
el de salvia no me falla
contra malas digestiones;
el de romero es perfecto
por ser un buen profiláctico;
el de enebro, por diurético,
no tiene comparación:
mejora el flujo en la orina
y da envidiable apetito.

Pero lo más importante
es no fiarse de uno solo
y obtener varios al tiempo
mezclándolos entre sí.

Agregar un talismán
que atraiga la buena suerte,
destierre perros rabiosos,
detenga las hemorragias
y capture a los ladrones,
es el sueño más preciado
que anhelo hacer realidad.

No hay comentarios.: