viernes, 20 de junio de 2014

Del libro "Poética de las sombras"



EL NECRÓFAGO DE ARABIA

Originario de países árabes,
soy una criatura espantable
que ronda los cementerios
ansiosa de difuntos frescos.

Demoníaco por mis ojos encendidos
y mi aliento que vomita fuego,
encarno un monstruo de tez gris
y superficies viscosas,
invisible cuando me hallo inmóvil.

Camino silencioso con mis grandes pies
y cuerpo amorfo de fuerza indescriptible,
que puede levantar piedras enormes,
mientras busco alimento entre las tumbas,
pues poseo colmillos puntiagudos,
con los cuales destrozo los cadáveres
que devoro sin parar, ávidamente.

Indefensos contra mis poderes
están los que quieren sepultar
con sencillez sus parientes,
ya que tengo variados intereses
en programas de carne fresca.
Por eso declaro sin pudor:
no importa que falten joyas
mientras existan los muertos.