CAOS
Y MÁS CAOS
El
universo es un caos,
y
en la mayoría de los sistemas dinámicos,
la
determinación en todo tiempo
de
la posición de los cuerpos celestes
es
tan sólo una ilusión.
Los
cambios infinitesimales
fueron
literalmente infinitesimales,
hasta
que llegó Poincaré
con
sus alarmantes teorías,
asegurando
que las series
involucradas
en sus cálculos
divergen
para tiempos muy lejanos
en
el pasado y el futuro.
Lo
sencillo se complica
porque
las ecuaciones diferenciales,
igualmente
sencillas,
son
rigurosamente impredecibles;
los
valores originales de los sistemas dinámicos
estarán
bajo la férula de la incertidumbre,
debido
a que todo cambiará
con
el paso de millones de años,
mostrando
posiciones diferentes
de
la posición inicial.
El
universo es un caos.
Así
lo intuye mi cerebro arrebatado
cuando
hago estas atrevidas
afirmaciones
profanas.