jueves, 28 de febrero de 2013

Del libro "Poemas de Mar-K" (Homenaje a la K)



MAR–K–14

Si kieres ver a alguien malhumorado
mira un chimpancé al ke se le ha klavado una espina
o se le ha eskapado algo fuera de los barrotes de su jaula;
parece un filósofo del desastre o un moralista frustrado,
pues pensamiento y tristeza a veces kaminan juntos.

Las vakas, lo más seguro, no piensan
y siempre están satisfechas;
el elefante puede mostrarse irakundo,
pero únikamente un mono suele sentirse aburrido.

Kizás la filosofía es una forma del tedio.
El hombre vive en un mundo real,
pero siempre está soñando kon otro mundo imposible;
la imaginación es el kastigo del hombre.

El grumete kiere ser marinero,
el marinero kontramaestre
y éste aspira a ser kapitán.

La mujer ajena apetece más ke la propia,
pero lo ke uno dice o eskribe
lo kree más importante ke todo lo anterior.

La inteligencia nos hace insatisfechos
y el divorcio es más komún entre imaginativos.

Soñar más ke los demás puede traernos problemas
y una existencia triste, pero también
mayores emociones y kapacidad de éxtasis.

Una músika distante puede ser mejor
por las difikultades ke hallamos en percibirla.

Un niño sueña en kualkier parte y en kualkier momento
y sus sueños son reales;
seamos komo niños sikiera una vez al día.

Los adultos no hablamos de los sueños
porke nos da vergüenza.
Desgraciado el ke se avergüenza de sus sueños,
si no se avergonzara los haría realidad.

A veces morimos sin hallar un lenguaje
para expresar nuestros sueños.
Bienaventurados los poetas
ke han kreado y rekreado un mundo
al enkontrar un lenguaje para sus sueños,
porke de ellos es el centro del universo.

Así okurre kon países y generaciones;
ojalá éstos tuvieran sueños limpios.

Kuando los sueños son limpios
la utopía se hace posible;
pero nuestros sueños son krueles
y muchas veces injustos.

Los sueños limpios y oskuros
kombaten de continuo en nuestros korazones.

Por ahora, los oskuros ganan la batalla;
talvez un día los primeros venzan a los segundos,
germinen komo semillas bajo tierra,
krezkan y fruktifiken ayudados por el Sol,
porke –ya lo dije– es la únika realidad
ke merece vivir entre nosotros.