viernes, 3 de enero de 2014

Del libro "Poemas de un esquizofrénico"



TRIGESIMOPRIMER YO

Me retiraron del cargo por insuficiencia administrativa.
Entonces decidí refugiarme en mi palacio,
localizado en un campo de ciruelos,
donde recibo personajes como el noble Gulliver.

Rodeado de abundancia, comodidades y lujos,
vivo ausente del pueblo que vegeta miserable,
embrujado por el verbo de los neoliberales
y retorcidos proyectistas.

Mi situación, sin embargo, está próxima a terminar,
de acuerdo con ciertas leyes que rigen en Balnibarbi,
pues debo arrasar mi casa y construirla otra vez
teniendo en cuenta la moda impuesta en el territorio
por los famosos teóricos de la Academia Proyectista.

El país se encuentra ahora bajo la ley de Laputa,
donde hace poco impusieron tan absurdas teorías.
La casta de intelectuales
promete mejorar las obras y los métodos agrícolas,
instrumentos y herramientas en toda clase de oficios,
con el ingenuo propósito de cambiar la sociedad.

Estos proyectos son tontos
y yo, monarca en desgracia,
sufro las consecuencias de la torpeza triunfante
que campea en Balnibarbi,
como si fuera la escoria peor de la humanidad.