NADA
NUEVO BAJO EL SOL
Ignorantes,
mediocres o envidiosos
declaran
sentenciosamente:
no
escribas en versos desastrosos
lo
que ha sido ya dicho en buena prosa.
No
temas escribir en buenos versos
lo
que ha sido ya dicho en mala prosa,
es
mi respuesta, igualmente prepotente,
aunque
el verso cumplió su cometido
derivando
hacia una prosa fragmentada.
Prosa
o verso le son indiferentes
a
la buena y sublime poesía,
ya
que ésta se halla en todas partes
como
diosa que lo impregna todo.
Todo
tiene su base cuando es sólido
y
los grandes poetas que investigan,
no
pretenden descubrir el agua tibia
extrayendo
sus poemas de la nada.
¿Qué
sería de La Eneida si Virgilio
ignorara
La Ilíada y La Odisea?
¿De
Romeo y Julieta, el Rey Lear,
Ricardo
III, Otelo, Hamlet,
si
Shakespeare hubiera imaginado
sus
dramas y tragedias en el aire?
Don
Quijote de la Mancha no existiera
si
Cervantes hubiera despreciado
los
viejos libros de caballería.
Al
carecer de talento y no inventar
me
atengo a lo sabido y recurrente,
escribiendo
sobre cosas que conozco
por
lecturas, experiencias, o escuchadas,
pues
creo en esa frase que me advierte:
Nada
nuevo se encuentra bajo el Sol
en
esta tierra de guerra y de pernada.