PEDIDO
A NAAMÁ
Insinuante,
salaz y demoníaca,
más
provocativa que las otras bellas
del
talentoso y sicalíptico Satán.
Eres
el primero, el segundo y el tercero,
el
cuarto y quinto símbolo de la putería,
la
más deliciosa, libertina y depravada
cuando
funges como hembra seductora
de
ángeles y demonios en el agua,
en
el suelo, el subsuelo y en el aire.
Por
ser madre de Asmodeo yo te pido
no
te olvides de mí cuando reinicies
tus
lascivas andanzas por el mundo,
dándome
a gozar lo que das a tu marido,
para
envidia y esperanza de los bípedos
que
deambulan sin amores por la Tierra.