domingo, 25 de mayo de 2014

Del libro "Poemas siderales"



RECICLAJE ESTELAR

El Big Bang (de hidrógeno y de helio)
nos regaló también algo de litio
y un poco de boro y de berilio.
Lo demás fue fabricado por estrellas
en sus reacciones de fusión nuclear,
fundiendo cuerpos ligeros y pesados
en la matriz de sus vientres encendidos.

El Sol y sus planetas (viajeros espaciales)
son remanentes de estrellas extinguidas.
Por tales circunstancias, según veo,
a nuestros componentes se les dice
en jerga familiar “los reciclados”, es decir
escombros residuales de basureros cósmicos.

Y nosotros, siempre fatuos y pueriles,
creyendo en algo omnipotente y sabio
que hizo a imagen y semejanza suya,
esta Tierra esclava del progreso humano.

Del libro "El panteón incompleto"



GEORGE SAND

Descubrirla fue degustar su esplendor
y la inmensa ternura de su genio.
Dijo Flaubert que sería recordada
como gloria singular
en el futuro de Francia.

Una justa visión sobre la vida
enmarcó sus amores con Musset
y Federico Chopin.

Practicó sentimientos de amistad
con diferentes artistas de la época,
y habló de lo fugaz del tiempo
con pasión tan desmedida
que capturó a Dumas en las redes
de su eterno comienzo del vivir.

Antepuso a la pasión política
una fuerte pasión por las ideas.
Sensible y espontánea,
llegó a sostener públicamente
que la poca instrucción de la mujer
era el más violento crimen
que los hombres cometían contra ella.

Demostró con toda intensidad
vivir sus obras antes de plasmarlas;
tildó de asesino a su adorable Alfredo
sin ocultar el ansia que sentía
por compañeros más jóvenes.

Invadió territorios masculinos
envuelta en humaredas de cigarro,
y luciendo atrevidas vestimentas
exacerbó los ánimos de entonces.

Lo más interesante, sin embargo,
fueron sus tantos deliciosos libros,
sobre los cuales la crítica europea
sostuvo sin ambages
que nunca una escritora había logrado
disección más refinada del corazón humano.

Del libro "Poemas siderales"



EVOLUCIONES ESTELARES

Gas y polvo de las grandes nubes,
llamadas protoestrellas locamente,
iluminan los sueños de mis noches
cuando intento traspasar los límites
de mi débil y corta fantasía
viajando por caminos ignorados.

No veré colapsar masas informes
ni el inmenso calor que oprime el núcleo,
compuesto de abundante hidrógeno,
donde las reacciones de fusión se inician
hacia otro estado futuro evolutivo,
ni sillas en la mesa de mis nietos
como atentos parroquianos del futuro.

Sin hidrógeno, las masas estelares
serán gigantes rojas dispuestas a explotar,
dando inicio a brillantes supernovas,
difusas nebulosas planetarias,
negros agujeros, estrellas de neutrones,
enanas blancas castas y discretas,
o cuerpos siderales más exóticos
ignorados y regidos cabalmente
por leyes para mí desconocidas,
en las vastas llanuras del silencio.

Impotente viviré, ignaro y sorprendido
frente al vasto arsenal del universo,
como vive una ameba en altamar,
un neutrino en la extensión del átomo,
o una simple oruga en el Sistema Solar.