domingo, 18 de mayo de 2014

Del libro "Poemas siderales"



SATURNO

Sexto señor de los planetas,
teniendo en cuenta mi distancia al Sol,
impediré que se impongan en mi casa,
pues soy tan poderoso como Júpiter
y más gallardo en mi apariencia física.

También el más vistoso del espacio
por los grandes anillos que me adornan,
y siendo el menos denso del Sistema,
con un período de rotación muy corto,
no temo las bravatas de mi hermanito mayor.

Vivo independiente en mi morada cósmica,
y mi faz un poco amarillenta
no significa una dolencia hepática,
como afirman cretinos y envidiosos
en algunos lugares de la Tierra.

Irradio más calor del que llega de mi padre,
tan lejano que no puede abrasarme
como lo hace con Mercurio y Venus.
Ríos de viento me tornan como Júpiter,
con manchas marrón, blancas y rojas
que adornan mi cintura y mi cabeza.

Los anillos son mis hijos pequeñuelos,
pues soy el más prolífico del clan.
Titán es más grande que Mercurio,
con una buena y competente atmósfera.

También tengo a Dione y a Japeto,
Tetis, Mimas, Hiperión y Encélado,
sin contar la manchadiza Rea
y otros que no digo por decoro
y porque agoto
este canto poético que honra
las cualidades de los grandes dioses
que habitamos el Olimpo cósmico.