martes, 24 de diciembre de 2013

Del libro "Poemas de un esquizofrénico"



VIGÉSIMO YO

Hilé tapetes para los reyes de Lidia,
hasta que un día me enfrenté con Atenea
cuando tejía el atuendo de los dioses.
Me invitó a desistir, y yo, ¡torpe mortal!,
no quise aprovechar la oferta.

Viendo mis dedos a más velocidad
y acabando primero la tarea,
me convirtió en arácnido,
obligándome a tejer por siempre
con hilos de mi propio cuerpo.

Hago telas que admiran los humanos,
quienes me dan el nombre Aracne
o dama superior de las arañas,
algo aceptado sin ningún reparo
en diferentes lugares de la Tierra.