jueves, 9 de octubre de 2014

Del libro "Poemas misceláneos"



EVA

La de los ojos marinos,
cuerpo insular y sonrisa bucanera,
la de verbo oceánico y espíritu guerrero,
que en un cuento pirata, legendario y nostálgico
como el recuerdo de un amor perdido,
desplegó las velas de mi fantasía
por las aguas bullentes de la imaginación.

¡Eva! ¡Eva! Mi corazón corsario
vuelve a soltar amarras por tu voz de espuma,
por tu abordaje ignoto, por tu batalla inmensa.

En las cofas de mis barcos desolados
he podido revivir edades de oro
al escuchar de tus labios las canciones
que tanto presentí sobre las olas
en esas noches de Luna y de silencio,
cuando busqué fantásticas historias
y una calma imposible a mis tormentas.

Sigue cantando tu canción profunda,
y bese el mar los secretos pasadizos
que circundan tu enigmática belleza,
donde zarpan veleros enjarciados
(polvo de estrellas en tu hermoso pelo)
por las hebras sin fin de tus palabras.

Del libro "Poemas misceláneos"



MI CORAZÓN PIRATA

Una puta a quien amé con toda el alma
me enseñó que la lengua hay que lavarla
para que el mal aliento no haga estragos,
la saliva sea más apetecible
y los labios más sensuales al besar.
Era muy joven y yo también lo era,
pero su experiencia en el amor
sobrepasaba en mucho mi pobre ingenuidad.

Hoy recuerdo, sumido en la nostalgia,
que fuimos dos amantes con esa fuerza ciega
de los que tienen todo aunque de nada saben.
Su cuerpo licencioso era una seda ardiente
guardiana de sus grutas húmedas y tersas
y aquel dulzor salobre de ostra con melado.

Fue así como entendí que hay más ternura y vida
en putas declaradas que en vírgenes de loza,
que aquéllas son el nervio profundo del océano
y éstas (pobres tontas), si acaso pueden ser
algún yerbajo estéril prendido en la ribera.

Entonces, para siempre, mi corazón pirata
soñando con las putas se enamoró del mar.